ELOÍSA BALLIVIAN

Sí, hay que cerrar el Enacom

El expresidente del COPITEC y exgerente de Ingeniería de la CNC, Miguel Ángel Pesado, coincide con la propuesta de José Crettaz.

Gracias, muy bueno.

Siento no poder hacerme socia.

Saludos,

–Josefina Llach

Otra edición fantástica.

Abrazo, capos.

–Alfredo Chies

¡Hola, Hernán!

Excelentes artículos. Cada tema documentado, con historia, con propuestas. Autores de “alta pluma”.

Lo veremos reflejado en el próximo Feedback, con la opinión de los lectores.

¡Abrazo!

–Daniel Stoessel

(Sobre «Hay que cerrar el Enacom», de José Crettaz)

Estimados,

Me parece una nota brillante y realista. En realidad, la superestructura del Enacom resulta absolutamente innecesaria. Bien puede suprimirse en un 90%.

Deberían entenderlo los funcionarios actuales, pero ocurre lo que ocurrió siempre: una vez que se sientan ahí, ya pasan a defender su puesto.

Resulta necesario seguir manteniendo esta propuesta de disolución y no seguir despilfarrando el dinero de la gente

¡Felicitaciones!

–Ing. Miguel Ángel Pesado
Expresidente del Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC)
Exdirector de Arsat
Exgerente de Ingeniería de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC)

(Sobre «La solución para Medio Oriente»)

Mi conclusión es que hay acciones destructivas contra quien nos ha hecho daño. Ciertos actos son repugnantes para nuestros principios éticos fundamentales, con independencia de lo que nos hayan hecho.

–Jaime Malamud

(Sobre «Vacas gordas, ciencia gorda», de Rolando Rivera)

Me gustó mucho esta nota de Rolando Rivera. Coincido con su planteo heterodoxo.

–Mario Mariscotti

Amigos:

No soy economista, pero puedo sumar y restar razonablemente bien. Escucho y leo mucho, por estos días/semanas/meses, y, sorprendentemente para mí, no sólo a políticos/economistas/periodistas/opinators opositores al Gobierno, sino incluso a varios –digamos– neutrales, poner como contrapeso a los logros económicos/financieros del Gobierno, la caída del llamado consumo masivo. Es decir, alimentos, ropa, etc. Aunque también algunos otros, básicamente el gasto en supermercados/shoppings/centros de compra.

Sin necesidad de recurrir al tuit de Galperín sobre el crecimiento de las ventas de Mercado Libre, ya que el comercio electrónico, pese a su gran crecimiento, todavía no puede explicar caídas de volumen como las mencionadas (a menos que se duplicara todos los meses, cosa que no es ni remotamente así), se puede hacer una cuenta sencilla que, creo yo, explica esa caída.

No se puede desconocer que, aun cuando los privados registrados puedan estar empatados o hasta algún porotito arriba, los salarios promedio (privado/público, blanco/negro, activos/pasivos) están al menos 10% abajo del año pasado. Las razones, otro día.

Tampoco debe haber muchos habitantes en el país que no sepan (casi todos por experiencia personal) cuánto por encima de los ingresos crecieron los gastos en servicios y algunos bienes regulados (luz, gas, agua, transporte, nafta, etc). También, aunque un poquito menos, la medicina privada, por ejemplo.

Ahora viene la cuenta simple.

Si antes ganaba 100 y dedicaba, digamos, 70 a consumo masivo y 30 al resto (servicios, medicina prepaga, alquiler, etc.), y ahora gano 90 por la caída de ingresos, y por los mencionados aumentos esos 30 ahora me insumen 40 (cuenta bastante conservadora, creo), para el consumo masivo me quedarán 50. Es decir, un 28,5% menos. Si le sumamos esos porotitos del cambio de canal de compra, fácilmente estaríamos en un 30% de caída. Pero estamos en bastante menos que eso.

Es decir, casi podríamos afirmar que, dadas las restricciones (menores ingresos, más canales de compra, suba de tarifas, etc), el consumo masivo resiste más que bien. Y, de continuar la tendencia, al completar el año –en tres meses– empezará a mostrar un crecimiento bastante sólido.

En todo caso, mostrar sorpresa por la caída de consumo es como asombrarse porque a tu equipo le metieron cuatro goles después de que le expulsaron cinco jugadores, ¿no?

Como dije al comienzo, obvio que muchos de los que hablan de este tema lo hacen por mero interés político. Sea que son conscientes de esta explicación o no.

Lo que no he visto/escuchado aún, es a quienes –como yo–, viendo lo correcto del camino económico que transitamos, defiendan el punto.

¡Y eso que “el Peluca” no me cae nada bien, eh!

Bueno, al margen, felicitaciones muchachos y chicas. Seúl crece cada vez más. Ya desde Pyongyang miran preocupados. Y desde la capital de Corea del Centro, ni hablar.

Abrazo,

–Enzo Prestileo

(Sobre la entrevista en Seúl Radio a Claudio Zuchovicki)

¡Muy bueno el reportaje! Y todos los otros. En particular el de la escritora que vive en Francia y el de Bustamante. También el de Lucas Llach.

¡Esperando ansiosa el próximo!!

Abrazo,

–María Semmartin

(Sobre la entrevista en Seúl Radio a Andrés Malamud)

Me llamó la atención en la conversación con Malamud que los dos coinciden en que la economía está mal y la política está bien. Mientras ambos reconocen responsabilidad de la política en la economía, el gran ausente en la conversación es el tema de las políticas prebendarias. El que en mi punto de vista es el verdadero cáncer de la política argentina.

–Rodolfo J. Novarini

(Sobre «Cristina no se va»)

Si hay una nota reaccionaria es esta. ¿Quién la escribió de Seúl?

Ni ustedes comprenden el cambio y las contradicciones que implica. Los viejos sociólogos ya no pueden explicarlo y ustedes tampoco. Qué rancios por favor.

–Liliana Hebe Rodríguez

(Sobre «Cristina no se va»)

¡Hola, buen viernes!

Comentando el GADEV de hoy con mi hijo adolescente (sí, comento con mi quinceañero las notas de Seúl que le pueden interesar, que por lo general son “sólo las de fútbol”), porque es mi manera de acercarlo a un espacio de reflexión inteligente y actual como el de ustedes, y porque además me resulta muy satisfactorio poder compartir con él una charla de este tipo, aun cuando sea “sólo de fútbol”.

En este caso, la charla con él giraba en torno de lo del Chiqui Tapia y el descalabro en que se van a convertir los torneos de la AFA y, WhatsApp de por medio, reproduzco a continuación lo que me dijo despues de leerlo: “Está bueno, le faltó agregar que no sólo se suspendieron los descensos en la Primera Nacional sino en todas las categorías del fútbol argentino. Además es muy positivo con lo de que hay una esperanza, porque nadie tiene los huevos de plantarse contra el Chiqui y los 200 clubes afiliados. De hecho, el día de la asamblea, cuando preguntaron los votos en contra y el representante de Talleres se paró solo, lo chiflaron. Además, hacen falta muchos cambios de idea de los presidentes de los clubes, porque el voto de Ferro General Pico de La Pampa vale lo mismo que el de River o Boca”.

Saludos, y gracias por generar esa oportunidad para el intercambio de ideas.

–Martha Hendler

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