Gracias a Dios es viernes

#83 | Ficha no tan limpia

Un Papa bi-americano. Colapinto vuelve a las pistas. Marley, personaje de Margaret Atwood.

La noticia política de la semana fue el rechazo del Senado al proyecto de Ficha Limpia, que ayer al mediodía iba rumbo a convertirse en un gran escándalo pero fue derrotada por el anuncio del nuevo Papa León XIV. La actualidad tiene déficit de atención, ahora y siempre: en cuanto hubo fumata blanca los canales abandonaron a Adorni y Lospennato y se pusieron a leer al aire la entrada de Wikipedia sobre los monjes agustinos.

El episodio sobre Ficha Limpia es todo deprimente pero también interesante para los yonquis de la política, porque mezcla muchas cosas al mismo tiempo. Primero está la ley, para algunos innecesaria, que prohíbe presentarse a elecciones nacionales a ex funcionarios condenados en doble instancia por corrupción. ¿Cuántos dirigentes hay en esta situación? Pocos, pero una es Cristina, lo que añade otro nivel de morbo. Pero nadie puede negar que una doble condena por afano, en este país de justicia lenta, es señal suficiente de que no deberías ser candidato a nada: disfrutá de tus millones en tu mansión.

Después está el cruce de denuncias posterior. El Gobierno tardó 25 minutos desde la votación a la publicación de un comunicado furioso sobre el resultado. Acusaba a los kirchneristas y no mencionaba a los dos senadores misioneros que a la tarde habían dicho que votaban a favor y a la noche votaron en contra. Las sospechas de un acuerdo turbio empezaron ao vivo, en las redes y en la tele. Este país es muy desconfiado.

El Gobierno siguió ignorando a los misioneros y corrió la mira de sus cañones desde el kirchnerismo hacia el PRO: ¿cómo nos pueden acusar de una cosa así? Los detalles son tediosos de contar: una convocatoria a firmar un compromiso (para qué), una sesión que se podría haber levantado si se sabía que no estaban los votos. En fin.

Un corolario gracioso de esta historia es que si el senador Kueider, peronista sensible al Gobierno, no hubiera sido detenido en diciembre en Paraguay con 200 lucas verdes encima (un acto de corrupción grande como una casa), quizás el miércoles a la noche habríamos tenido una extraordinaria ley contra la corrupción. Viva la democracia.

No van ni 24 horas de papado de León XIV, por lo que todo lo que se podía decir antes, durante e inmediatamente después de su designación y presentación ante el mundo ya se dijo. Y mucho más también, porque si bien es cierto que las redes sociales parecen un territorio cada vez más repetitivo e inhóspito, este tipo de eventos de alcance global provocan acá, allá y en todas partes el clásico desborde creativo que viene de cuando X se llamaba Twitter. Y que tan felices nos hace.

Sucede también que el público rebelado contra los medios sabe perfectamente que estos necesitan exprimir al máximo la cobertura de un suceso histórico, por lo que parte del juego autoconsciente pasa a ser quién consigue inventar el título más divertido en el estilo de “El cónclave eligió a León XIV y estallaron los memes ” o “Quién es Robert Prevost, el cura norteamericano que misionó en Perú y reclamó por la vuelta a Boedo con el papa Francisco”. Así y todo, siempre se puede ir un poco más allá. No, ahí no, todavía más allá . En fin, como si ser devorada y regurgitada por una gaviota no fuera suficiente desgracia, la pobre rata fue invisibilizada por la corpo.

Es cierto, también hubo mucha gente tratando de transmitir su profunda emoción al tener a la Historia cara a cara, en vivo desde todo lo que es el Vaticano (sic). Y analistas políticos intentando adivinar la orientación y el estilo del nuevo Papa a partir de los primeros gestos y rituales: la elección de su nombre, su atuendo, sus palabras al dirigirse a los fieles, su manera de hablar. Con el correr de las horas fue predominando la opinión de que es muy probable que León siga la línea de su antecesor. En cualquier caso, la señora se cuidó muy bien de no quedar tan en off side como aquella vez con Bergoglio, mientras que el Javo no vio la negra mano del comunismo internacional en el resultado del cónclave. Al contrario.

No faltaron tampoco los chistes con tener un Papa nacido en Estados Unidos (en Chicago, más precisamente) y peruano por adopción. Un papa bi-americano. ¿Habrá visto jugar a Michael Jordan? ¿Habrá sufrido por los Cubs? ¿Cómo le dirá al fútbol? ¿Soccercalcio o fulbo? ¿Es cierto que es hincha de Alianza Lima o será del Juan Aurich de Chiclayo, la ciudad en donde vivió tantos años? Interrogantes de primera magnitud.

Para completar la semana de chauvinismo que nos dio El eternauta, el miércoles a primera hora la escudería de Fórmula 1 Alpine anunció que Franco Colapinto será su piloto titular las próximas cinco carreras. Así el flamante y carismático ídolo nacional vuelve a las pistas después de correr en diciembre el Gran Premio de Abu Dhabi para Williams.

Colapinto tiene condiciones, nadie lo niega, pero lo que se destaca es su carisma. Sus intervenciones en redes sociales (el miércoles le pidió a Mirtha Legrand que lo siga en X), el coqueteo con periodistas mujeres, el humor autocrítico a la Gastón Gaudio, su escapada romántica con la China Suárez, todo suma para que a pesar de haber corrido apenas nueve carreras sea ya una estrella. Basta ver su Instagram: 4,6 millones de followers contra 491.000 del australiano Jack Doohan, a quien está reemplazando.

Además, los argentinos somos intensos. Ya estamos inundando de mensajes la cuenta de Instagram de la F1, que nos quiso dorar la píldora con una imagen de un mate hecha con IA: medio raro que el termo tenía unos stickers del Machu Picchu peruano, de un sombrero vueltiao colombiano y de una calavera de alfeñique mexicana. Por lo menos no tenía un arco y una flecha.

La cuestión es que Franco debutará con Alpine el domingo 18 nada menos que en el legendario Circuito de Imola, una carrera de las más difíciles (ahí pasó a la inmortalidad Ayrton Senna, tocamos madera). Tiene cinco oportunidades para quedarse con el puesto. Le tenemos fe por lo que vaya a hacer adentro del auto, pero más por lo que vaya a hacer afuera.

Ayer amanecimos con una nueva nota de color siniestro: Marley, con su hija de meses dormida en brazos, comenta, pintoresco, el parto de la beba. Poco se imagina que, al llegar al punto de inflexión que nunca falta en un relato de alumbramiento –cuando el obstetra propone una cesárea y la madre heroica se resiste–, el video se volverá viral . ¿Cómo no? El clip es corto pero el espectáculo es brutal: una sala de parto donde la madre neurótica que se sueña ancestral, capaz de parir en cuclillas como una india y recibir el fruto de su vientre con sus propias manos, es un argentino de 54 años que nació en Vicente López, hizo carrera, ganó fortunas, le pagó a una estadounidense para que gestara a la hermanita de Mirko y ahora le exige al médico, que propone atender una fuerte hemorragia con una tecnología nueva: “No, yo quiero que nazca natural”.

A una mujer puérpera se le perdona cualquier cosa, pero Marley es un hombre confundido: su identificación con el ideal cultural de la hembra fuerte que escupe chicos por la vagina tiene, en su caso, consecuencias psicóticas: reduce la existencia de otro ser humano a una función. Casandra, dueña del vientre subrogado, se impuso finalmente –según pudimos entender–, y Milenka nació con la ayuda del novedoso dispositivo; “dormida”, en palabras de Marley, que la recibió en su torso desnudo no bien dejó el cuerpo de Casandra para darle el primer contacto piel con piel.

Las redes estallaron contra el presentador argentino, que hasta no hace poco gozaba de la impunidad de los más amados, que nunca dejan de ser entrañables. Quizás las tinieblas que instaló Viviana Canosa alrededor de su grupo de amigos –corazón popular de la farándula– no hayan ayudado, aunque la actitud vehemente, disociada y liviana de Marley es lo suficientemente chocante como para despertar espanto por sí sola. Usuarios a lo largo y a lo ancho del país encontraron el relato digno de Margaret Atwood. Qué importa que Marley haya salido a excusarse con su marca personal de candidez (“Lo expliqué mal”, dijo con Milenka ahora despierta sobre su regazo). La gente sigue alimentando la imaginación distópica del primer video. ¿Estuvo Casandra en peligro? ¿Pudo haber muerto por el capricho aspiracional de Marley mamá? ¿Fue el cuerpo médico cómplice de este intento de femicidio obstétrico?

Ninguna de estas preguntas es real. La que importa es otra, e incomoda más. Si no, preguntenle a J. K. Rowling.

Si te gustó esta nota, hacete socio de Seúl.
Si querés hacer un comentario, mandanos un mail.

Si querés suscribirte a este newsletter, hacé click acá (llega a tu casilla todos los viernes).

Compartir:

Seguir leyendo

Ver todas →︎

#82 | Caputo, el niño malo

Milei se la agarró con Pagni. Boca es un desastre pero por lo menos no gobierna la derecha macriísta.

Por

#81 | El nuevo progresismo católico

No hay más milanesas para Mauricio. El cuco del carry trade . ¿Quién agredió a Navarro?

Por

#80 | El reino peronista se va achicando

Saúl Ubaldini se revuelca en su tumba. La inteligencia artificial de Fontevecchia y Longobardi.

Por